Parte III. Comparaciones de la Perspectiva Bíblica y la Naturalista por un Sujeto Común
Lección 24 Ciencias Físicas: Química y Física
Resumen.
La física se encarga de la materia, la energía y la masa. La química, de los átomos, las moléculas y las sustancias. ¿Deben “importarles” a los estudiantes de física y química las perspectivas sobre el mundo? ¿Importan? ¿Están involucradas con esos temas? Después de examinar varios libros de física y química, no queda duda de que los autores en ambos temas se interesan profundamente por los orígenes. ¿De dónde vienen la materia y la energía? ¿Cuándo? ¿Dónde está el vínculo entre la química y la biología en la larga cadena entre la evolución química y la biológica? La mayoría de los libros de texto no dudan a la hora de hacer afirmaciones o referirse a los avances científicos, siempre desde el enfoque naturalista. Esto es lo que enseñan a los niños, pero también es la conjetura fundamental para muchas investigaciones. La situación se complica para aquellos que apoyen públicamente la perspectiva bíblica, y que desean obtener algún grado avanzado en ciencias en ciertas instituciones.
La cantidad enorme de material académico de física y química es confiable. Los elementos siguen siendo elementos; las reacciones y sus clasificaciones no han cambiado; las relaciones entre materia y energía continúan enseñándose como debe ser. Estas cosas se llevan la mayor parte de los capítulos. Pero hay una necesidad aparente en las personas de saber quiénes son y de dónde vienen que casi siempre aparece en los libros de texto. Sólo se presenta una perspectiva: la naturalista. Aparece en la historia humana, en el supuesto origen de la materia, la supuesta transición de la química a cosas biológicamente vivas, en el hecho de la posible existencia de los aliens como materia de investigación científica, y en el origen o edad del universo. Los comentarios tienen una sola dirección que no varía: somos el producto indirecto y accidental de la evolución –igual que el resto del universo. Esto reafirma los materiales de biología e historia que pertenecen a la misma corriente de pensamiento. Esta información se considera aceptable y material probado. Las conjeturas no se mencionan. La alternativa (la visión bíblica) se menciona raras veces; si se hace, es considerada “obsoleta” o no pertinente desde la llegada del método científico.
Las dos secciones siguientes tienen secuencias numéricas paralelas. En la primera sección están los puntos pertenecientes a la visión naturalista; los siguientes pertenecen a la visión bíblica.
La Visión Naturalista o Evolucionista.
Los temas relativos al origen que se presentan, como ya mencionamos, representan partes pequeñas pero críticas de los libros de texto. Se presentan junto con el material factual de tal manera que el estudiante o padre no pueda percibir la diferencia entre el mismo y las conjeturas evolucionistas, que se asumen como la única alternativa. Los puntos más relevantes incluyen lo siguiente:
1. La discusión sobre la edad de las cosas está siempre basada en la teoría de la evolución y asume cantidades de “tiempo profundo” (billones de años). Casi todos los textos tienen una sección dedicada a los métodos de dataje (usualmente radiocarbono) y proveen ejemplos de los mismos. Los procesos existentes son proyectados como modelos para llegar a la discusión de los orígenes del universo o de los elementos, dependiendo del sujeto. En muchos casos, las técnicas para definir las fechas de los fósiles son usadas como ejemplos. No se discuten las conjeturas al respecto, ni sobre los procesos que demuestran breves lapsos de tiempo, ni se cuestiona la interpretación de los métodos de dataje. Las respuestas o ejemplos son conocidos: billones de años para la edad del universo, la tierra y la primera vida. Por supuesto, se presume que los humanos aparecieron hace relativamente poco tiempo (unos pocos millones de años atrás) y que su desarrollo fue parte de un proceso accidental no dirigido.
2. Las leyes de la ciencia se mencionan apropiadamente, pero sus orígenes no son mencionados. ¿Por qué están siquiera presentes? ¿Por qué es tan predecible el comportamiento de las cosas en un universo accidental? ¿Cómo puede ser esto? A pesar de que los orígenes según la evolución son asumidos como un hecho, la conexión con un universo predecible y ordenado nunca se discute. ¿Cómo puede ser del modo que es? Si se da una respuesta, lo cual es raro, siempre tiene que ver con la evolución y el naturalismo. Las preguntas nunca son realmente respondidas, pero la cantidad de explicación “científica” se considera suficiente para sostener esta forma de pensamiento.
3. Los elementos de la tabla periódica, cuando se discute su origen de alguna forma, se considera que evolucionaron por sí mismos desde otros más simples, siguiendo la conjetura ya asumida de la explosión del “Big Bang.” Es cierto que los procesos nucleares en las estrellas pueden transformar un elemento en otro, pero afirmar que los elementos mayores se formaron de ese modo hace unos 18 billones de años sin un mecanismo conocido es hacer una conjetura demasiado significativa.
4. Se presume la evolución química (abiogénesis, o vida a partir de los químicos). Usualmente hay algunas menciones al respecto, basadas en unos pocos experimentos que han demostrado muy poco, y que terminan en un punto muerto. [Nota de investigación: origin of life.] Casi siempre aparece una explicación pre elaborada del vínculo básico entre la química y el desarrollo biológico que lleva a la primera “evidencia” de la vida. Las dudas, los huecos en la información, las grandes conjeturas y los experimentos que demuestran lo contrario nunca son presentados ni discutidos. Cualquier niño o joven se apartará del texto creyendo que este material está firmemente demostrado. Aunque esas secciones son cortas, definen la forma en que la física y la química son enseñadas hoy en la mayoría de los textos escolares.
5. Se presume la evolución continua estelar. Todas las cosas pertenecen a un universo de cambio sin dirección. En la vida real, se ve cómo las estrellas arden, mueren, explotan, pero la idea de la evolución estelar asume que todo está evolucionando para mejor. Ya sea que lo estudiado sea químico, o físico, o una combinación de los dos, un origen (normalmente, el big bang o sus derivados) es asumido, pero el proceso no se ha detenido nunca. El tema es presentado con ejemplos de hallazgos recientes sobre el sistema solar o las estrellas. Las conclusiones, que se dan en un contexto de hechos verdaderos, son que la evolución estelar es evidente y que continúa sucediendo. No se cita la observación de nuevas estrellas. Las teorías del origen del sistema solar se centran en la “hipótesis nebular,” pero no se mencionan los grandes problemas de la misma. [Nota de investigación: nebular hypothesis.] Otros problemas en la “teoría” de la evolución estelar no se mencionan ni se discuten.
La Visión Bíblica de la Creación.
1. El universo fue creado por Dios con Su palabra como dice en Génesis 1 y 2 (Lecciones 1-6) durante los seis primeros días de la creación, y el resto de la información bíblica indica una tierra que aún es joven según los cálculos. Hay información en la ciencia que apoya esta idea, igual que evidencia histórica de la Biblia. Las evidencias claves, comenzando con las escrituras, se listan a continuación:
a. Línea Bíblica del Tiempo. Usando una lista directa de las generaciones que se citan en Génesis 5 y 10 como punto de partida, las referencias temporales y los listados generacionales en libros posteriores, la tierra tiene aproximadamente unos 6 000 años de edad. El Diluvio ocurrió 1656 años después de la Semana de la Creación, con un pequeño margen de error. La Creación fue terminada el día 6 según la clara afirmación de Dios en Génesis 2:1. Otras afirmaciones (Nehemías 9:6, Job 38:4, Salmo 74:16-17, Isaías 45:12, Mateo 19:4) indican que los eventos de la creación se habían completado, gracias al uso de los verbos en pasado. Se refieren al registro de Génesis en pasado. Jesucristo, el Mesías, también lo hace.
b. Las observaciones de una tierra y cielos jóvenes se resumen debajo.
i. Cometas. Los cometas son como bolas de hielo sucio que pierden gran parte de su masa cuando pasan cerca del sol. Los cálculos muestran que los cometas de periodo corto debían haber desaparecido hace mucho si fueran más antiguos que unos pocos miles de años. En lugar de aceptar esto como evidencia de un sistema solar joven, los evolucionistas han postulado una misteriosa y aún no descubierta colección de cometas en “frío profundo,” la famosa Nube de Oort. Se supone que está convenientemente situada un poco más allá de lo que podemos ver, pero a la distancia justa para reabastecer de cuando en cuando al sistema solar con cometas [Nota de investigación: comets]
ii. Decadencia estelar. Como mencionamos, la decadencia estelar es definitivamente observada, mientras que la evolución estelar, aunque asumida como un hecho por los naturalistas, nunca se ha presenciado. La decadencia estelar es consistente con la del resto del universo, que ha estado sujeto a un proceso de destrucción, al igual que el resto de la creación. Además, la creación de las estrellas está claramente en pasado en varias escrituras además del Génesis Isaías 48:13, 51:16; Job 38:31-32. Las estrellas fueron creadas, situadas y nombradas (Salmo 147:4). Dios dice que la creación se detuvo al final del sexto día, en Génesis 2:1.
iii. Volcanismo planetario. La edad evolucionista de los planetas (la del sistema solar) no tiene sentido en vistas del volcanismo reciente descubierto en varios planetas menores o lunas. Dentro de la visión naturalista, estos debían haberse enfriado hace mucho y no debería haber actividad volcánica.
iv. La órbita y posición de la luna. La luna se aleja gradualmente de la tierra; si calculamos hacia atrás, la luna estaría demasiado cerca de la tierra en mucho menos tiempo que el predicho por las teorías naturalistas. [Nota de investigación: moon recession]
v. Sal marina. El índice de incremento neto de sal en los océanos indica una edad máxima para los océanos mucho menor que los billones de años evolucionistas. [Nota de investigación: salty seas]
vi. Erosión. Con estimados razonables de erosión, la configuración de cualquier continente sería muy diferente de lo que vemos ahora, en periodos de tiempo infinitamente menores que los sugeridos por las conjeturas naturalistas.
vii. El Diluvio Universal produjo el registro reciente de fósiles. Estos son algunos de los indicadores de un diluvio reciente como el descrito en Génesis: (1) presencia mundial de rocas sedimentarias que muestran la rápida formación de capas flexibles/maleables antes de que se endurecieran rápidamente, (2) la presencia de fósiles en diferentes capas, indicando un enterramiento súbito (no tienen sentido dentro de la noción de eones de depósito gradual y uniforme de material), (3) los indicadores de que los dinosaurios se extinguieron mucho más recientemente de lo pensado, gracias a los hallazgos de tejido blando, proteínas identificables, células sanguíneas e incluso ADN, donde las conjeturas naturalistas de la edad de esas criaturas excede los 65 millones de años.
viii. Errores del método de dataje. Muchos métodos de dataje muestran resultados disímiles; no deberían. Los métodos para determinar las fechas recurren a suposiciones, y una de las más recurrentes es la de las largas eras en sí misma. El carbono 14 radioactivo no debiera ser detectable en muestras de más de 100 mil años, como valor máximo. Pero si se está analizando una muestra que se supone de millones de años, este elemento siempre está presente. La cantidad de helio, formado por la decadencia radioactiva, que aún está presente en los cristales de zircón (lo destilan continuamente) es demasiado grande e indica una tierra joven.
2. El claro y coherente registro de la creación a manos de Dios es también consistente con Su carácter, descrito en la Biblia: Él no miente (Números 23:19); no es el autor de la confusión (1 Cor 14:33); Su universo está lleno de leyes que lo hacen predecible y ordenado (Job 38:33, Jeremías 33:25). Otras escrituras en Job y los Salmos llaman la atención sobre partes de Su creación que muestran una amplia variedad y relaciones complejas entre las cosas, lo cual ilustra un universo nada accidental y una tierra que no se desarrolló por casualidad (sin dirección alguna).